Vuelvo con otra tarta de chocolate, pero muy distinta a la que hace mi Nadis y que colgué en el blog. Esta vez es una tarta facilísima y que está espectacular, con muchísimo chocolate. Esta receta me la ha dado la mujer de mi compañero Antolín, Gemma Romero Perea que, además de una excelente escritora, es una excelente repostera :)
Para el chocolate, lo mejor es el de marca Valor para repostería. El negro es fácil de encontrar pero los otros a veces cuesta. Yo utilicé el Nestlé de postres para el blanco y el Nestlé de toda la vida para el chocolate con leche.
Los ingredientes son:
-200 gramos de galletas tipo María
-100 gramos de mantequilla sin sal
-600 mililitros de leche
-200 gramos de chocolate negro
-200 gramos de chocolate con leche
-200 gramos de chocolate blanco
-600 mililitros de nata líquida
-3 sobres de cuajada Royal
Lo primero es triturar las galletas. Para ello las metemos en una bolsa de plástico, la cerramos bien y las aplastamos con un rodillo de cocina, con cuidado de no romper la bolsa:
Éste debe ser el aspecto que tenga la galleta una vez triturada:
A continuación, derretimos la mantequilla (en microondas o al fuego):
La añadimos a la galleta y mezclamos bien hasta formar una pasta homogénea:
Colocamos la masa de galletas y mantequilla en la base del molde que vamos a usar para hacer la tarta y apretamos bien contra la base. En mi caso utilicé un molde de 22-23 cm de diámetro. Entonces horneamos esta base de galleta 5 minutos a 180º:
Empezamos ahora a preparar los chocolates. Para cada uno de los tres chocolates vamos a utilizar 200 ml de nata y 200 ml de leche. En un cazo echamos 200 ml de nata y casi los 200 ml de leche y lo ponemos a fuego lento. En el culín de leche que hemos reservado en un vaso vamos a disolver el sobre de cuajada, removiendo muy bien para eliminar casi todos los grumos. Reservamos la cuajada. Añadimos entonces el chocolate negro troceado al cazo y disolvemos bien:
Cuando se haya derretido el chocolate, vertemos el culín de leche con la cuajada y seguimos removiendo hasta que quede con consistencia cremosa. Tardará unos 7 minutos pero podéis dejarlo un poco más si veis que no ha reducido lo suficiente y está demasiado líquido:
Vertemos entonces el chocolate negro en el molde, sobre la capa de galletas y mantequilla. Deberá tener un espesor de 2 milímetros como mínimo:
Mientras dejamos que se solidifique el chocolate gracias a la cuajada, hacemos lo mismo con el chocolate con leche. Una vez en su punto cremoso, lo vertemos sobre la capa de chocolate negro anterior. Os muestro una buena técnica que me recomendó Gemma en su receta para que el vertido sea homogéneo. Aunque lo mejor de la foto es mi zapatilla Crocs hipercómoda con las que voy tan feliz por mi casa :P
Y, por último, repetimos el proceso con el chocolate blanco. He hecho hincapié en que el chocolate debe estar cremoso antes de verterlo sobre los otros chocolates por una razón: en mi preparación, vertí el chocolate con leche cuando estaba demasiado líquido y me di cuenta de que no cuajaba. Tuve que retirar lo que pude con la cuchara y volverlo a reducir un poco más en el cazo. Aún así quedo una parte líquida y al verter el chocolate blanco salió un poco por los bordes:
Os muestro aquí un trozo de la tarta para que veáis lo sugerente que queda y, por supuesto, está espectacular!!! Mi suegra dice que es su tarta favorita de chocolate. Qué forma más fácil de contentar a una suegra, ¿no? :)
Espero que la disfrutéis, tanto como nosotros. Muchísimas gracias a Gemma y Antolín por la receta!
